Categories:2025 Ragel / Herrera, Conflicto

Conflictos III

Sufro de ansiedad. Me atormenta ver el tiempo pasar. Tengo muchas ideas pero no
concreto ninguna para escribir mi libro.

Evidentemente me proyectaré en estas líneas, como también habrá proyección en toda opinión que vas a recibir en el transcurso de tu vida. Que todos y yo nos vayamos a la mierda.

Encuentro el arte de la escritura muy intuitivo, emocional y visceral. Textos llenos de vida; eso, para mí, siempre ha sido la estrella que guía: mientras las decisiones y las acciones generen vida, esa será la dirección verdadera, por más curvas que tenga la anécdota.

Al mencionar intuición me mato todo argumento. Sabremos perfectamente a dónde queremos sumergirnos y a dónde queremos llegar, aunque sea a ningún lado.

El único, o quizá los dos únicos mensajes que quisiera dejarte para tus viajes literarios, es que:

– Siempre, hagas lo que hagas, o en este caso escribas lo que escribas, que sea para ti y en servicio a lo que tú creas que es Dios, a tu dios. Y ese dios será la humanidad en un espejo. Es tu servicio a la vida, y lo creo el oficio más trascendental.

El escribir al servicio de algo más grande es mágico.

Es hacerlo para ti, pero no para ti.

Porque llevas parte del polvo estelar que todos compartimos.

Sentirás el servicio cuando regreses a ver tus letras y sepas que no salieron de ti.

Tú solo le diste orden al caos.

Al darte cuenta de esto, sonreirás de puro goce.

Coincidentemente, son esos momentos de canalización cuando salen las palabras y frases más fuertes. Hay transferencia de la energía de tu vida. Y se siente.

Puedes cambiar una vida. Qué gran responsabilidad. Y qué bella.

– Gracias por compartir tu humanidad. Será un disfrute enorme verte florecer, verte asumir el rol más importante de este viaje: tu esencia; en barrios alternos conocida como “autenticidad”.

¿Y sabes qué es lo más interesante? Cuando te das cuenta de lo maravilloso que es el “teatro divino”, el espejeo entre los personajes de tus historias y las inspiraciones que rodean tu vida, mostrándonos a todos nuestro propio interior.

Porque todo esto que te escribo, seguramente me lo estoy escribiendo a mí misma y a todo aquel que lo lea. ¡Gracias por ser el vehículo para mostrarnos tan gran aprendizaje!

¡Enhorabuena, escritora!